Este lunes, los titulares de la Hermandad Sacramental de Los Gitanos amanecen ataviados con los tonos propios de las rogativas, por el tiempo de oración constante que estamos viviendo para que cese esta pandemia.

Hoy lunes, 25 de mayo, comienza una nueva fase en la denominada desescalada para la vuelta a la “nueva normalidad”. En la Hermandad Sacramental de Los Gitanos, además de la ampliación del aforo al 50% del Santuario y la reapertura de la Tienda de Recuerdos y Casa Hermandad para la atención al hermano, siguiendo las pautas ya anunciadas, en la noche de ayer, se realizó el cambio del atavío de nuestros Titulares.

 

Tanto el Señor como la Virgen visten con tonos morados, al ser este el color de las rogativas. Precisamente ahora, es tiempo de ello, de oración constante para pedir por el cese esta pandemia de Covid-19.

Señor de la Salud

Nuestro Padre Jesús de la Salud viste túnica lisa de lana fina morada, realizada por Cerezal en el año 2011.

María Santísima de las Angustias

La Santísima Virgen de las Angustias porta saya blanca de tisú de plata bordada en oro por las Trinitarias de Cádiz y donada por Paco Antúnez en el año 1962. El tocado está realizado con un magnifico encaje de aguja del siglo XIX ofrecido por un grupo de hermanos, a través, de la rifa de un Niño Jesús donado por un hermano en el año 2000. El manto es de terciopelo de seda morado. Además, porta una toca con encaje de aplicación de Bruselas y diadema de plata sobredorada, obra de Ramón León en 2005.

 

Lleva un pañuelo que es un encaje antiguo de Malta donado por la familia Casablanca. El fajín que luce es de brocados del siglo XVIII y XIX en tonos blancos, donados por un hermano en el 2014.

El precioso rosario que lleva es del siglo XIX, de cristal ámbar facetado que fue donado por su camarera, Antonia Sánchez, en 2019. En su mano derecha lleva una preciosa medalla de la Virgen de los Desamparados de 1922. El motivo, como ya se hizo en noviembre, es recordar el origen de esta devoción que es implorar por los que mueren sin amparo familiar, como ha sucedido en estos días, y siempre sea consuelo para los afligidos.

En su pecho, el broche del Patronazgo de los Donantes de Órganos donado por una hermana en 2018. Finalmente, porta, la Virgen de las Angustias, una medalla de la Hermandad del Rocío de Triana procedente de su ajuar, simbolizando en ella el afecto por esta corporación, además de por todas y cada una de las hermandades rocieras, y de forma muy especial, por el pueblo de Almonte que este año, que era tan especial, no va a poder vivir su universal Romería, aunque sí vivirá un Pentecostés diferente, un Rocío de Luz.

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