El pasado 21 de marzo, en nuestro Santuario tenía lugar la XXXVIIIº edición del Pregón de la Hermandad. Un acto que celebramos cada cuaresma y con el que se nos anuncia la llegada de una nueva Madrugá Gitana.
Pasadas las 21 horas, tras los cultos de los viernes de Hermandad, la Banda de Las Nieves de Olivares, a los sones de «Jesús de la Salud» de Pedro Braña, inauguraba este acto cuaresmal. A continuación, nuestro hermano y actual Teniente Hermano Mayor, Jacobo Jiménez, tomaba el atril para presentar al pregonero, nuestro hermano Jesús Soto Moreno.
Tras las palabras de Jacobo, llenas de sentimientos hacia el pregonero, de nuevo, la Banda de Las Nieves quiso deleitarnos, esta vez, con “Madrugá de Angustias” de José León Alapont. Acordes que nos preparaban para escuchar la palabra de nuestro Pregonero, Jesús Soto. Nuestro hermano empezó encendiendo un cirio morado en el altar, ese cirio tan significativo en nuestra Hermandad y con el que se nos ilumina el camino de nuestra vida, el que nos lleva al Señor de la Salud y a la Virgen de las Angustias y aquel que nos abre el camino a la reconciliación.
Jesús, de fácil prosa y soltura ante el atril, pronto supo conquistar a todos los que allí nos congregamos para disfrutar de su palabra y su mensaje. Junto a él disfrutamos de la infancia, de la juventud y de la madurez en la Hermandad de Los Gitanos. Un camino de reconciliación al que nos invitó a todos los presentes poniendo su experiencia por delante y encontrando siempre en el Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias la luz en los momentos oscuros.
Un pregón de un gitano de raza y cuna, dirigido a gitanos y no gitanos, porque en esta Hermandad, ante los ojos de Dios todos somos iguales. Cargado de sentimientos, de vida interna de Hermandad, de anécdotas, de catequesis y sobre todo de mucha fe y amor.
Grabado quedará entre los asistentes esa Biblia Gitana con sus 76 libros. O ese Cielo Gitano poblado de tantos y tantos hermanos nuestros a los que tenemos que recordar felices, pues sabemos que viven en la gloria de la eterna Madrugá Gitana. En definitiva, todos y cada uno de esos versos que Jesús Soto ha sabido hilar a la perfección para regalarnos este Pregón, gitano, cabal, lleno de sentimiento, de luz, de arte y de Hermandad.
La noche terminaba con una gran ovación a nuestro Pregonero y con la interpretación del “Gelem, Gelem”, seguido de los himnos de Andalucía y de España al compás de nuestra querida Banda de Las Nieves de Olivares.
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