La Hermandad Sacramental de Los Gitanos celebra durante los días 30, 31 de enero, 1 de febrero el Solemne Triduo a María Santísima de las Angustias Coronada. Dichos cultos que se celebrarán en nuestro Santuario, comenzarán con el rezo del Santo Rosario a las 20:15 horas continuando, a las 20:30 horas con la celebración de la Eucaristía Ocupando la Sagrada Cátedra el Rvdo. Padre Antonio Bueno Ávila, Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Sevilla.

El domingo 2 de febrero, a las 11:30 horas, tendrá lugar la Función Solemne en honor a nuestra Amantísima Titular, Ocupando la Sagrada Cátedra el Excelentísimo y Reverendísimo Arzobispo de Sevilla, Don Juan José Asenjo Pelegrina. Al finalizar, la Santísima Virgen estará todo el día en Solemne Besamanos culminando a las 21 horas con el canto de la Salve Regina.

María Santísima de las Angustias

María Santísima de las Angustias se encuentra presidiendo su altar efímero ataviada con los colores del Rosario, con manto negro de terciopelo bordado en oro por Fernández y Enríquez en 2002 y saya de tisú de plata bordada en oro donada, en 1962 por Francisco Antúnez Espada. Lleva puños antiguos de oro y sedas donación de José Manuel García. El tocado es un encaje antiguo Francés de plata donado por el cuerpo de Diputados en 2015, y el fajín blanco con brocados del siglo XVIII donación de dos hermanos. En el nudo lleva un magnífico broche antiguo donación de la familia Casablanca.

Porta además, su rosario de oro y corales realizado por joyería la Purísima en el año 2000, donación de su cuadrilla de costaleros, broche del Patronazgo de los Donantes de Órganos, cruz Isabelina, broche de oro y corales donación de Iván y Javier García, corales piel de ángel donación de la bailaora Lalo Tejada, y su puñal de oro, donación del hermano Juan Rodríguez Vicente y esposa.

Altar de Triduo
El Altar presenta un bosque de velas rematado por el dosel donde se encuentra la Titular. El ático se remata con una corona real y un pabellón de terciopelo que alberga el templete, con un hermoso corazón de plata de origen napolitano con los emblemas de la Pasión, atravesado por una daga, el símbolo del Dolor de María, ese corazón traspasado que predice el anciano Simeón en la fiesta de la Purificación que celebramos, donde se basa la advocación de Nuestra Madre, y la que es la primera de sus Angustias. Se acompaña de un ramillete de flores de Talco del siglo XIX.

Se estrenan las cortinas laterales de terciopelo. A ambos lados aparecen los Evangelistas Lucas y Juan que son los que más escriben sobre María. En el manifestador encontramos al Niño Jesús porque
celebramos también su Presentación en el Templo. Viste túnica de encaje de Bruselas y está adornado de flores de talco y mostacillas en tonos celestes y plata obra conventual del siglo XIX. Se acompaña de los ángeles del paso del Señor obra de Buiza al igual que los Evangelistas. También hay dos velas rizadas en forma salomónica de las que usaba la Virgen a principios del siglo XX y que se recuperaron la pasada Semana Santa. En este caso, dichas velas en el altar se han puesto junto al Niño porque en el Evangelio de ese día se leen las palabras de Simeón que bendice a Dios porque ha podido ver a «Aquel que es Luz para iluminar a las naciones y Gloria de su pueblo Israel».

Las flores naturales se inspiran también en flores de talco en tonos pastel, con rosas de distintos tipos, hortensias, claveles, calas, delphinium, manzanilla, hypericum, brunia y hojas doradas.

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