Este domingo celebrábamos el primer domingo de Adviento, tiempo en el que nos preparamos para celebrar la Navidad, tiempo en el que esperamos la “venida del Redentor”, por ello,  y sobre todo con motivo del novenario que celebra la Iglesia previo a la Festividad de su Inmaculada Concepción, amanece hoy, la Santísima Virgen de las Angustias ataviada con el color litúrgico celeste, un tono que se usaba en Sevilla por privilegio Papal, extendido posteriormente a su archidiócesis y luego al resto de España.

Porta nuestra Madre bendita manto celeste bordado en plata por Fernández y Enríquez y saya a juego en tisú de plata, estrenado el 7 de diciembre de 2003 con motivo de la Función del 250 aniversario de la Fundación de la Hermandad.

El tocado es de una tela de Hojilla de plata y un tul antiguo bordado de lentejuelas con motivos de Azucenas, flor que simboliza la Pureza de María que conmemoramos. Ambos tejidos fueron donados por Manuel Camacho Cañavate.

Completa el atuendo una magnifica toca de sobremanto de valioso encaje de aplicación de Bruselas, obra del siglo XIX que fue donado, generosamente, por su cuadrilla de costaleros en 2020.

Lleva pañuelo Aplicación de Bruselas y puños Antiguos de encaje francés de plata. El fajín que lleva es brocado con sedas realizado con una antigua casulla celeste del siglo XIX precisamente de la Purísima, con galones y flecos de plata de la misma época, donado todo por un grupo de hermanas en 2012. En el nudo del fajín lleva un broche antiguo de filigrana y amatistas donado por la familia Casablanca

Porta magnífico rosario de marfil y plata donado por Enrique Rasco.También porta en su mano la preciosa azucena bordada en oro por las hermanas Martín Cruz con motivo de su coronación canónica en 1988.

 

Lleva también el broche del Patronazgo de los Donantes de Órganos, y la medalla de la Virgen de los Desamparados.

Sirva toda esta hermosa simbología como expresión de las virtudes de María finalizando este texto como comienza el rito de ser ataviada: “Bendita sea tu Pureza…”

Disfrutemos pues de tan entrañable e histórica festividad, dogma en el que tanto tuvo que ver nuestra ciudad, en la que juramos defender en la Protestación de fe y que celebramos 9 meses justos antes de su Natividad, recordando la coplilla que dio origen al fervor concepcionista de Sevilla precursor de la declaración del Dogma:

“Todo el mundo en general,

a voces, Reina escogida,

diga que sois Concebida,

sin pecado original”

 

 

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