La alegría del Domingo de Gaudete anunciada por la Hermandad Sacramental de Los Gitanos.
Una vez más hemos celebrado el anual concierto de Navidad que tan amable y magistralmente nos ofrece la Asociación Filarmónica Cultural Santa María de las Nieves de Olivares.
La música eleva nuestro espíritu, lo transforma y predispone para la belleza. Dostoyevski, en su novela «El idiota», afirmaba que: «La belleza salvará el mundo». ¿Y en dónde podremos encontrar esa belleza salvadora?. Para el maestro de las letras rusas la respuesta está en el amor, y el amor, es Cristo. En último término no hay belleza mayor que el amor que ha vencido a la muerte. La belleza que salva, la que salva de verdad, no es otra que la del amor que llega al extremo del sacrificio redentor. El amor que llega a entregar, incluso a dar la vida por sus amigos, es la sublimación de la salvación, de la Salud, la superación de la angustia, la consecución de la belleza.
Esto pretende nuestro Concierto Anual de Navidad: con la ayuda de la música, poner su granito de arena para prepararnos al ya inminente nacimiento del Mesías, del Salvador, de Jesús de la Salud.
Lo hemos hecho de la mano de dos formaciones de la ya mencionada Asociación Filarmónica Cultural Santa María de las Nieves de Olivares: su Banda Juvenil y la Banda de Música que cada Madrugada del Viernes Santo apacigua con la belleza de sus interpretaciones las Angustias de María.
En el repertorio que han interpretado ambas formaciones encontramos evocaciones a la espiritualidad tan claras como la de la composición «Gabriel Oboe». Hemos recorrido la alegría de la Navidad a lomos del Reno Rodolfo, y admiramos la blanca pureza del paisaje navideño desde un privilegiado vagón del Polar Express. Esto fue con la ayuda de la Banda Juvenil que dirige nuestra hermana Verónica Sariego Esteban. Y bajo la batuta de Manuel Alejandro González Cruz, la Banda de Música nos ha adentrado en el tubo catódico de su música a través de un ecléctico concierto que nos llevó a acompañar a El Zorro en sus aventuras cinematográficas; la Voz se puso de rodillas ante el Señor del a Salud, Brodway a los pies de la Virgen de las Angustias; volvieron a bailar los cisnes sobre las aguas transparentes de su lago ; y tuvimos que sujetar nuestros pies para que fuesen comedidos al seguir el ritmo del Mambo a la Virgen Macarena. Vimos, como del sonido de las teclas de una máquina de escribir, también se pueden sacar melodías. Escuchamos el suave trotar del caballo que tira de un imaginario trineo navideño a través de Sleigh Ride, y, todos, fuimos improvisados músicos compartiendo con nuestra Banda de las Nieves la interpretación de la Marcha Radezcky.
Fijaos que recorrido tan maravilloso se nos propuso hoy para celebrar el Domingo de Gaudete, el Domingo de la Alegría. La belleza está cerca, tan cerca como las notas que interpretan los músicos de las Nieves de Olivares, tan cerca como el nacimiento del Niño Dios. Recordad, «solo la belleza salvará el mundo» y de eso, de belleza, vamos sobrados en Andalucía, ahora toca que la Salud se adueñe de nuestros corazones. Feliz Navidad. Salud y libertad.
Crónica de José Manuel García Ibáñez