En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?».

Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos».

El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».

Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor

Reflexiones del Rvdo. Padre D. José Román Flecha, Sacerdote de la Diócesis de León y Catedrático de Teología Moral, quien hubiese Ocupado la Sagrada Cátedra.

Preparación. Es necesario repetirlo una y otra vez. La cuaresma no es solamente un tiempo oportuno para la penitencia. Es también una escuela y un tiempo de aprendizaje de los fundamentos de la fe cristiana. Entre estos, es preciso volver siempre a la vocación al amor. Hemos nacido del amor y hemos nacido para el amor. El amor a Dios y el amor a los hijos de Dios. No olvidemos que Dios toma su apellido de cada uno de nosotros, como ha dicho el papa Francisco.

 Lectura. Según el profeta Oseas, Dios no quiere que se le ofrezcan toros en sacrificio. Prefiere la oración que brota de un corazón generoso. El evangelio de hoy recuerda el núcleo del mensaje cristiano, precisamente por recoger las tres enseñanzas bíblicas más importantes sobre el amor.

  • Citando el Deuteronomio se afirma que el mandamiento más importantes es amar al Dios único.
  • Pero inmediatamente se añade que el segundo mandamiento, ya recogido en el libro del Levítico nos lleva a amar al prójimo como a nosotros mismos.
  • En un tercer momento se añade una precisión fundamental, ya repetida en los antiguos profetas: el amor al prójimo vale más que todos los sacrificios que se ofrecen en el templo de Jerusalén.

Meditación. La respuesta de Jesús al maestro de la ley contiene uno de esos reconocimientos que desearíamos todos nosotros: “Tú no estás lejos del Reino de Dios”.

El amor no nace de nosotros, sino de Dios. Así que poder reconocer a Dios como Rey, como el único Señor de nuestra vida, es la fuente de la libertad que siempre soñamos. Servir al Señor es reinar.

Bien sabemos que el Reino del Señor es la patria  de la verdad y de la vida, de la santidad y de la gracia, de la justicia, del amor y de la paz. Así que no estar lejos del Reino de Dios puede ser también la meta de las búsquedas de todos los hombres y mujeres, aun no creyentes.

Oración. Señor Jesús, al que reconocemos como Señor de la Salud, te damos gracias por recordarnos que no podemos separar el amor de Dios del amor a los demás. Que tu ejemplo nos ayude a vivir día a día esta verdad que unifica nuestra existencia y la salva para siempre. Amén.

Contemplación. Las paginas del evangelio nos ayudan a contemplar esa armonía que presidía la existencia de Jesús. Su amor al Padre celestial nunca lo alejó del amor a los hombres, especialmente a los más necesitados. Pero su dedicación incansable a los enfermos y atribulados nunca lo llevó a olvidar a su Padre y a eximirse del encuentro orante con Él.

Acción. En este viernes de cuaresma podemos realizar el ejercicio piadoso del “Vía Crucis”. Seguramente nos ayudará a ver que el amor a Dios ha de orientar nuestra dedicación a los hermanos y que nuestro amor al prójimo ha de alimentar nuestra unión con Dios.

 

Oración de los fieles

Por el Papa y sus intensiones. Por nuestra Iglesia Diocesana, nuestro Arzobispo y su Obispo Auxiliar, nuestra parroquia y toda su comunidad cristiana. Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que hoy se ven desprotegidos ante la pandemia que vivimos, en la calle o sin recursos, para que el egoísmo huya de nuestros corazones y seamos capaces de defender su dignidad como hijos de Dios y paliar su necesidad como seres humanos. Roguemos al Señor.

Por todos los que sufren enfermedad y los sanitarios que los atienden, especialmente por los que hoy sufren las consecuencias del COVID19 y los que necesitan un trasplante, para que el Señor de la Salud, mediante la intercesión de la Virgen de las Angustias patrona de los donantes de órganos de Sevilla, les conceda la sanación. Roguemos al Señor.

Por nuestros hermanos que sirven al Señor a través de su música para que su esfuerzo se vea recompensado y su fe reforzada mediante una vida de hermandad más intensa y comunitaria. Roguemos al Señor.

Por los que antes que nosotros mantuvieron y cuidaron nuestra hermandad y supieron entregárnosla como legado precioso de fe. Para que compartan con el Señor de la Salud un lugar en el Cielo. Roguemos al Señor.

Por la asamblea aquí reunida en torno a la advocación de la Salud, para que aceptando el mandato de Cristo amemos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Roguemos al Señor.

 

 

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