Comienza el Quinario en honor de Nuestro Padre Jesús de la Salud, para ello se ha montado un altar efímero presidido por nuestros Titulares y San Juan Evangelista. Viste el Señor su túnica bordada en oro sobre terciopelo de seda morada, realizada en 2017 por el taller de sucesores de Elena Caro y donada por un grupo de hermanos que también regalaron el cíngulo de oro fino de la rosa de pasión que porta el Señor. Lleva su juego de potencias, gemelos del JHS donados por un hermano y alfiler de pecho de brillantes donado por un hermano con motivo del estreno de la túnica. Acoge al Señor el dosel bordado en oro y a la Santísima Virgen y San Juan dos más pequeños realizados con paños bordados de la hermandad sostenidos por cuatro varales de madera dorada del siglo XIX cedidos por la Virgen de los Remedios patrona de Villarrasa.
María Santísima de las Angustias viste su saya más antigua y valiosa ,atribuida a Ojeda y realizada en oro sobre terciopelo burdeos en1893 y pasada por el taller de santa Barbara en 1985. Lleva manto morado de terciopelo de seda,su diadema más antigua y estrena un precioso tocado de encaje de tambor del siglo XIX que ha sido donado por su equipo de priostia . Pañuelo de encaje antiguo dorado donado por hermanas y puños antiguos donados por Soledad Barba. En la cintura un cingulo del Señor con el topacio Caramel de Matilde Coral, una corona dolorosa en su mano izquierda y en su mano derecha, en la del pañuelo, a modo simbólico una medalla de la Virgen de los Desamparados .Lleva su puñal, la cruz dieciochesca donada el año pasado por un grupo de jóvenes , la medallita de Cayetano y un pectoral de amatistas donado por el grupo joven de 1976.
Bajo el bosque de velas, el manifestador que está realizado con unos bordados del siglo XIX y molduras doradas , acoge al Crucificado de la hermandad realizado por Darío Fernández arropado por los ángeles mancebos del paso del Señor obra de Francisco Buiza. Completan el altar unos respiraderos y candelabros de madera dorada del siglo XIX cedidos generosamente como tantas otras cosas a lo largo de estos años por Manuel Espinal. Remata a modo de pabellón un cortinaje de terciopelo rojo que estrena la Hermandad aumentando así los enseres de culto interno, como ya se hizo el año pasado con el paño del siglo XIX de tisú bordado en oro, que adorna la mesa de altar. Se estrenan también unos preciosos candelabros antiguos de tres brazos con azucenas de bronce ,donados por una hermana.
El adorno floral es variado y simbólico , lleva clavel sangre, gitanillas del mismo color, calas blancas, y elementos vegetales de la túnica del Señor que simbolizan la pasión y el sufrimiento ,como un tipo de cynara, espinas de acacia y hojas de acanto.